Por razones de salud, mi familia
(Aníbal + Amiluli) y yo, estamos en Santiago de okupas en el departamento de mi
hermana. Sí, realmente llegamos con camas y petacas a su hogar, porque el
tratamiento médico es de cuidado y debemos estar acá para cubrir sus
necesidades.
En
mi maleta además de lo ultra necesario, venía cargada de materia de estudio,
pues estoy estudiando para mi examen de grado de la carrera de Derecho, lo que
ocupa la mayor parte de mi tiempo, y me impide hacer las mil y una cosas que se
pueden hacer en la gran ciudad y que por vivir en la perla del Maule, no podía
y moría por hacerlo. ¡Esta sería mi oportunidad!
Aprovechando
que Matías, mi cuñado, tenía libre acordamos ir a “conocer” el barrio Meiggs
que está ubicado exactamente entre la Alameda y las calles Exposición, Unión
Americana y Sazié
Elegimos
ese lugar porque prontamente me cambiare de casa, por sexta vez en mi vida, y
quería ir a comprar unos individuales que Camila Santana había mostrado en su
blog (http://wearethepeople.cl/) y se habían convertido en mi objeto del deseo.
¿Cómo llegar?
Tomamos el
metro, específicamente Línea 1 en dirección San Pablo y nos bajamos en Estación
Central, desde la salida del metro hay que caminar hacia la calle Exposición,
cruzar la calle y seguir por Campbell que esta perpendicular a la calle Enrique
Meiggs, que es donde comienza nuestro tour.
Fuente: https://www.google.cl/maps
Comenzamos
a recorrer la calle Enrique Meiggs desde Norte a Sur donde encontré los tan
amados individuales de los que ya les había hablado, la docena me costó $3.000 y los encontré en Comercial WUFUYUGAN, Meiggs 19, tal como lo señalaba el blog
que sigo. Seguimos recorriendo por el Pasaje Salvador San Fuentes en dirección
hacia el Oriente en donde pude observar la estructura del barrio, se nota que
es de antigua data, pues sus construcciones lo demuestran, principalmente
encontramos locales de familias inmigrantes donde predominan los asiáticos,
árabes e indios. Un barrio multicultural donde el nacional pasa a ser el
extranjero.
Dentro
de la gran oferta de productos encontramos un sinfín de locales en los que se
comercializan artículos de librería, cotillón, el mundo del plástico, ropa, menaje,
productos electrónicos y extrañamente ferreterías que comparten sus vitrinas
con artículos para mascotas. En fin lo que necesite está ahí y lo que no
también.
Luego
de un largo recorrido procedimos a las compras, esas que no estaban
planificadas pero que fue imposible no traerlas a casa, me compré un sinfín de
libretas “made in china”, de esas que uno tiene en la cartera para hacer
anotaciones rápidas, que al por mayor son muy pero muy convenientes, de lindos
diseños y perfectas para regalar. Obvio que Mati compró de regalo para mi
hermana, yo lo hice de auto regalo y para mis otras hermanas que suelen tener
el mismo gusto por los lápices y libretas que yo. También compre una serie de
washitape para ocuparlos cuando haga algo en mi scrapbook.
Por
último, en la distribuidora Tío Jorge (Salvador San Fuentes N° 2852), compré
seis típicos lecheros de la abuela ($2400), de esos enlozados, que tenían un
motivo florar muy vintage que me enamoró, tengo una idea al respecto de qué
hacer con ellos, pero ya les cuento luego cuando me ponga manos a la obra. Este
negocio conserva la estructura y distribución de los locales tradicionales
chilenos, estantes de madera con vitrinas de vidrio, repisas ordenadas
pulcramente y vendedores con historia. Un poco de nostalgia en aquella calle
que está repleta de modernidad. Habían mil de productos que mis abuelos usaban
en su diario vivir, es volver unos 20 años atrás con solo entrar en dicho
lugar.
Tanto
caminar nos abrió el apetito, por lo que nos dirigimos a un local de comida
rápida taiwanesa, por regla general la gente pide para llevar, pero de igual
modo cuentan con un pequeño espacio donde uno se puede sentar a degustar. No es
un restaurant, es un lugar para comer algo rápido y al paso, y se nota porque
la atención es cordial y diligente. Venden productos fritos con distintos
rellenos y unos tés o jugos muy convenientes.
En esta ocasión comimos unos frititos de pollo, llamados “pollo chico
taiwan” que pueden ser condimentados con pimienta, nosotros elegimos nivel
medio pero debo decir que si voy la próxima vez lo pediré sin pimienta. El
local se llama “Pollo Chang y Babolti” y está ubicado en Alameda con Unión
Latinoamericana, frente al Portal Edwards.
Después
de comer decidimos volver a nuestro hogar, nos encontramos con un pasaje muy
solitario, en donde se ubica el Estadio Víctor Jara (exactamente Arturo Godoy, 2750), lleno de murales preciosos que se pueden fotografiar. Busque un poco de su historia, y en el año 2004 paso a
llamarse así en honor al cantautor Víctor Jara, quién fue asesinado dicho estadio en 1973. La historia se respira en
dicha callecita, no dejen de pasar por ahí y orar por quienes pasaron sus
últimos días en dicho recinto.
Tips para el tour
1. Ir
con ropa cómoda.
2. Llevar
agua para hidratarse.
3. Ir
con lo justo y necesario.
4. Llevar
efectivo, pues en algunas tiendas no reciben tarjetas.
5. Mucha
paciencia, ya que el que busca siempre encuentra.
6. Es
un paseo para los busquillas y amante de los cachureos.